Mateguías: Atenas
Cuando Hipatia me propuso esta pequeña guía matemática de Atenas, una gran sonrisa se formó en mi cara y decenas de buenísimos recuerdos invadieron mi cabeza. No es para menos, ya que a pesar de que los años van pasando, aquel viaje fue inolvidable para todos los que fuimos allí, un viaje que sin duda estará grabado a fuego en cada uno de nosotros para siempre, y no por el calor que nos hizo, sino por la intensidad de lo vivido y el estado de felicidad permanente en el que estábamos. No se si sería la magia de los bonitos rincones de las islas griegas, el aroma a un pasado explendoroso que desprendía la ciudad de Atenas, el choque cultural a llegar a Turquía, o la increible Estambul. La cosa es que esa aventura nos cautivó, y escribir estas líneas va a ser un gran placer.
¿Y qué nos ofrece Atenas matemáticamente hablando? Bueno, teniendo en cuenta que fue uno de los centros de saber de la época griega, muchísimo. Para empezar, fue en Atenas donde un tal Platón (discípulo de Pitágoras, que fue instruido en su escuela) fundó la Academia, que aunque fue una escuela filosófica, en ella se desarrolló casi todo el conocimiento matemático de la época. Pues quizás lo que no sepas es que sus ruinas se pueden visitar, así que si quieres recorrer los «pasillos» que antiguamente paseaban Platón o Aristóteles, escápate un poco de la horda de turistas y ve a esta dirección. Quizás con los fondos que merecen un hallazgo como este, las ruinas estárian mejor presentadas (una pena el grado de abandono que tienen por parte de las autoridades griegas), pero merece la pena ir y transladarse con la imaginación a una charla magistral de Platón a sus alumnos.
Parte de ese conocimiento matemático que se trabajaba en la antigua Grecia, se puede ver en el Foundation of Hellenic World, dónde podréis ver una exposición muy interesante de las mates que se desarrollaban en aquella época (Aquí su localozación). No dejéis de visitar este pequeño museo si disponéis de tiempo, os gustará.
Otro museo donde se puede ver la teoría aplicada a la invención y al arte es el Herakleidon museum. Situado cercano a la Acrópolis, por tan sólo 4 euros podréis contemplar exibiciones de inventos de la época, en los que se aplicaba todo el saber matemático. Es una visita recomendable y amena, ya que tampoco es un museo muy grande.
Aún recuerdo la primera vez que subimos al Partenón por los Propileos, era muy temprano, las 9 de la mañana, y el termómetro ya marcaba mas de 30º. Pero estaba anonadado tanto por la belleza de las ruinas, como por su significado. Evidentemente, en los rincones del templo se esconden sigilosas las matemáticas, al igual que ocurre en la Gran Pirámide, esperando ser descubiertas por los más curiosos, y que provocan admiración en el resto de visitantes sin que ellos se den cuenta. Y es que la parte forntal rebosa por cada costado el número áureo, elevándolo a la categoría de divino. Ese número de oro es usado muchísimo en arte, ya que dicen que si se guardan sus proporciones la obra queda armoniosa. El Partenón no iba ser menos, y si dividimos la base de su parte frontal entre su altura, aparece como resultado ese número irracional. Esta relación se repite en diversos elementos dentro del frontal, lo que prueba que este número fue tomado como base para su construcción.
Ahora nos vamos a «alejar un poco» de la capital y nos vamos a ir a una isla, que aunque no es de las más turísticas, es sin duda muy bella y con una relación estrechísima con las matemáticas. Hablo de la isla de Samos. No se me olvidará de mi memoria ese barco nocturno, que cogimos de chiripa por cierto, en el que pasamos la noche. No fue un crucero de placer precisamente, aún recuerdo como intentamos «dormir» en esa cubierta en dos sillas de plástico, mientras el agua de mar nos refrescaba de vez en cuando… alguna silla se perdió por el Egeo jeje.
Lo importante era llegar y ver la isla que vio nacer al gran Pitágoras, intentar recorrer sus lugares más bonitos para sentir parecidas sensaciones de las que pudo tener este genio. Recomiendo la visita a Pitagorio, en su honor claro está. En el pequeño puerto hay una estatua conmemorativa.
Otro lugar que no podéis dejar de ver en un recorrido matemático es el tunel de Eupalino. De un kilometro de longitud, este tunel construido en el siglo VI a.C. fue el segundo escavado desde dos puntos diferentes, y su diseñador fue muy metódico para ello, y aplicó muchas matemáticas en su construcción (por ejemplo entre otras técnicas, se iba marcando constantemente la pendiente dentro del tunel), de ahí su interés para nosotros.
Pues nuestro viaje por Atenas y Samos llega a su fin, espero que esta guía matemática sea un aliciente para visitar este país, visita que sin duda se merece. ¡Un saludo!
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